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Autoestima en la pareja
La autoestima, influye en nuestras relaciones con las demás personas, cobra una especial importancia cuando hablamos de las relaciones de pareja.
A la hora de buscar pareja: La gente con autoestima baja encuentra dificultades a la hora de encontrar pareja, ya que al no valorarse siempre dan por sentado que fracasarán. Eso les hace cohibirse a la hora de intentar entablar una relación y buscar parejas por debajo de sus posibilidades.
En los conflictos de pareja: Las personas con baja autoestima pueden culpabilizarse por todos los conflictos de pareja y, al no confíar en sus capacidades, dejarán que sea la otra parte la que busque soluciones.
En el mantenimiento de la pareja: Las personas con autoestima baja pueden caer en situaciones de dependencia o sumisión, ya que estarán dispuestas a hacer cualquier cosa para no ser abandonados, porque están seguros de no valer lo suficiente para la otra persona y de que no encontrarán a nadie más que los quiera.
Una autoestima sana ayuda a mantener una pareja. Lo más frecuente es que las personas atraigan y se sientan atraídas por otras con una autoestima similar a la suya. Pero también puede darse el caso de que una persona con una autoestima dañada se sienta atraída por otra que vive con alegría, mostrando autenticidad, confiada en sí misma, etc admirando esa forma de ser.
El caso contrario – alguien con autoestima sana que se fije en alguien con baja autoestima – es menos frecuente y, cuando se da, suele basarse principalmente en el aspecto exterior o en otros intereses. Una vez en marcha la relación de pareja, la baja autoestima de uno de los miembros puede fulminarla. Al cabo de un año o dos como mucho, cuando la efervescencia de la atracción física ha pasado, comienzan a aflorar las inseguridades, que se extienden por la relación como una hiedra venenosa.
También puede ocurrir que la persona con la autoestima fuerte transmita seguridad y otras cualidades a la que tiene déficit de autoestima; que le abra los ojos y le enseñe a su pareja a verse a sí misma y a mirar al mundo de otra manera. Sería estupendo que siempre fuese así, pero no lo es.
Más veces pasa justo lo contrario: que la persona con autoestima saludable, lentamente, va perdiendo su autoestima. Por ejemplo, contagiándose de las inseguridades, los miedos y las preocupaciones de su pareja.
La baja autoestima además suele afectar a la disposición a la hora de emparejarse. Hay personas que no buscan una pareja que las ayude a sentirse valiosas; se sitúan en un escalón más abajo creyendo que “no son dignas” de que alguien se fije en ellas. Carecen de valor ante sus ojos.
Cultivar y mantener una relación de amor y respeto hacia nosotros mismos nos ayudará a establecer relaciones saludables con los demás. Razón más que convincente para fortalecer cada día un poco más los cimientos de nuestra autoestima.
Si deseas reconocer si tú o tu pareja tienen baja autoestima, es posible identificar estas características:
Evade la realidad de la relación o de su vida propia.
No atiende sus necesidades, ni las de su pareja.
La desconfianza, los celos y el conflicto predominan la mayor parte del tiempo.
Criticar, regañar o corregir al otro ocurre regularmente.
La comunicación es extraña, te deja con un gran signo de interrogación, con el estomago apretado, sin energía o con culpa.
No hay un compromiso real, solo a medias y a veces.
Los sentimientos verdaderos es "mejor evitarlos".
Intenta cambiar al otro en su forma de vestir, actuar, pensar... "por su bien".
Espera que sea la pareja quien la haga feliz.
No sabe ser un individuo separado que aporta a la relación, piensa que son uno solo.
No respeta el espacio personal del otro.
El ser humano por naturaleza, tiende a proyectar aquello que tiene dentro, es decir cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, estamos felices, es la imagen que proyectamos al exterior, y nos comportamos de forma congruente con este sentimiento.